Accidentes

Sobre los accidentes hay que razonar de una manera muy particular. Nuestras vidas están rodeadas por accidentes. Sucesos que definimos como aquellos que suceden sin mucha planeación, sin premeditación, no están a nuestra merced; de la nada se juntan los elementos para que en el momento y el lugar indicado,¡PAAAMMM! Suceden.. Accidentes pasan. Estamos rodeados por accidentes, cada suceso es uno.


Por alguna razón tenemos al término accidente como uno negativo, incluso mortal. Para mí que lo más mortal de un accidente es saberlos, es reconocer su existencia. Y que el hecho de atribuirles el estupor a tales actos, puede ser porque reconocemos que no tenemos control sobre las cosas que pasan a nuestro alrededor. Vamos, accidentes mortales o no, suceden a cada segundo, a ti, a mi, al otro; choques automovilísticos, aviones desplomándose, el ladrillo de un arco que caen sobre la cabeza de un hombre sencillo que camina por allí, vamos hasta ganar la lotería. Ese tipo de accidentes nos demuestran que en el mundo estamos en un claro vacio, sin barandales ni cinturones, sin instructivo ni salida de emergencia.


Sin embargo, y para que no nos sintamos solos en el universo ( ya para eso existe dios, compañía las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días de año)…


…es importante tener en cuenta todos los elementos que cruzan por un accidente. Los efectos que tiene no sólo a los afectados, sino a todas las personas que de alguna manera, directa o indirecta están relacionados con ello.


Un hombre camina apaciblemente de su trabajo a la parada en Periférico. En ese crucero, uno bastante peligroso pues implica sortear automotivles que a toda velocidad salen del anillo, se encuentra con las luces azul y roja circulando por todas las paredes de su alrededor. No puede evitar caminar un poco más lento, un cuerpo yace en el asfalto. Un carro tiene el parabrisas desecho. Un joven está en la banqueta, la mirada perdida ante las preguntas de un policía. Imprudente homicidio.


La mujer abandonó la casa de su amante. Este le dijo que no la amaba, nunca la había amado, nunca la amaría. La pareja se enteraría dos horas más tarde del deceso de su amante; se sentirá culpable al menos por 10 años de su vida.


El joven sale cansado de dos días de guardia en el hospital. El sólo quería llegar a casa y dormir, tenía prisa. Intento salvarla, era demasiado tarde.


Un hombre que pasaba pudo ver todo el accidente, corrió enseguida al teléfono del Oxxo e hizo la llamada al 060. La patrulla llego rápido, estaba por la zona; la ambulancia tardó un poco más, se encontraba exactamente en el mismo hospital donde el joven prestó sus servicios.


Yo llegué a casa pensativo y escribí sobre el accidente; me dejó pensativo sobre ese crucero mortal por el que normalmente transito, y es que cuando los elementos del universo conspiran, como bien dicen: ni quitándose, ni poniéndose.


1 comentarios:

Cósmico | 3:29 p.m.

Ni quitandose ni poniendose? Mmm me queda la duda sobre el supuesto accidente. Realmente lo viste o fue una historia? Si es la historia me parece buena, si realmente lo viviste me parece terrorifico.