Digestión artística

Un dia me preguntaron como obtenía la inspiración. En esos tiempos no entendía muy bien el concepto. Para mi la "cosa" simplemente fluía. Cuando las gotas dejaron de chorrear, entonces entendí que su carencia era lo contrario a la inspiración. Esa vez yo le respondi que para mi todo era un acto muy natural. Muy sencillo, como comer. Si pides una torta ahogada con carnita masisa y buche (receta original) bañado en su salsa de tomate con tomillo y luego algo de poderoso chile para hacer llorar, y luego sobrevives al encuentro y sigues tu día hasta que, en el momento preciso tu digestión anuncia la evacuación inmediata. Así yo pienso del arte. Trago de todo, la vida completa con sus olores, su energía coloreada, las palabras y los silencios, los besos, la nostalgia, el miedo y la fe. Todo lo que implica vivir en un bocado cada segundo, hasta que, en el momento preciso una digestión muy adentro de mi anuncia la evacuación inmediata. Lo divertido es canalizar todo esto en la forma que más nos plazca. Y así por eso pienso que todos podríamos hacer arte. Sin más.