Sobre el amor y otros demonios

Sufro con cada respiro. Sufro de sólo pensar que nunca más la podré ver, que se perderá entre la niebla de la gran ciudad y no sepa dónde encontrarla. Entonces su recuerdo se vuelve un fantasma, un mito que nadie cree por que ya no existe.  Por que se fue y talvez nunca regrese. Algunos me dicen que el tiempo lo cura todo. Pero el tiempo no te regresa los buenos tiempos que compartiste, no me regresarán sus besos ni su cuerpo que abracé en las noches de lluvia, ni su carcajada loca que me contagiaba de alegría y podía ver en sus ojos que conmigo fue por momento completamente feliz.


Por si la ven, si la conocen le puedan decir que siento un dolor intenso que me domina, que no me deja ver, que no me deja pensar. Que escucho el eco de su voz besarme las mejillas, los ojos, mi alma. Que la amo como nunca he amado, que espero el momento en que Dios me regale un encuentro, tan sólo uno más, para al menos verte y saber que eres feliz, aunque no sea conmigo.