Selección de Fútbol, parte del gabinete presidencial.



Unas horas antes del último vuelo a Alemania, el chofer de Javier Aguirre vira en Juárez para rodear la explanada capital y estacionarse frente a Palacio Nacional. La guardia nacional lo espera, abren la puerta del automóvil por donde los zapatos lustrados del entrenador nacional salen, camina erguido, sin un móvil de nerviosismo, casi como si conociera el camino con los ojos cerrados. De la reunión poco sabemos, aunque si saliera con la bandera enredada al cuerpo serian menos cínicos, sabemos que el resultado de la selección en el mundial tiene el completo apoyo del gobierno, algo así como tema de seguridad nacional.


El fútbol es el deporte mas popular del planeta. El mundial de fútbol el evento mas visto del año. No solo influye en el tema deportivo, sino en el cauce de las victorias o derrotas de los equipos, influye en la moral de un país.


La esperanza de un país se yergue en un equipo de 11 elementos. Los presidentes hacen llamadas directas a los celulares de sus entrenadores, invitan a los capitanes, a los goleadores a una cita en privado con el presidente.


“ Ustedes son la esperanza de una nación” les enfatizan, “ no le falles a tu pueblo, eres su héroe”


Porfirio Lobo, presidente de Honduras esta mas que atento en la sorpresa que podría dar su selección ante Chile. Por primera vez desde que entro al poder, nunca había existido tanta paz en su país, por primera vez sabe que si el milagro se cumple, él podría gobernar Honduras con menos preocupaciones de legitimidad.


El entrenador de Corea del Norte, Kim Hon jun, ante la rueda de prensa se sienta junto a un representante de la FIFA y un comisario político. Antes de que empieza la rueda de prensa, el representante de la FIFA advierte, nada de preguntas políticas, solo deportivas.


La primera pregunta es “- ¿Quién hará la alineación contra Brasil? ¿Usted o el presidente de la República Democrática del Pueblo de Corea (RDPC), el señor Kim Jong-il?


Crea un desconcierto en la mesa principal, para lo que el representante de la FIFA responde colérico, advertí, NADA DE PREGUNTAS POLITICAS.


Claro, el equipo abre contra Brasil, favorito a perpetuidad de un mundial. Pero eso no evita que el equipo de Corea del Norte, bajo la sombra del gran hermano, su alteza Kim Jong II, prometa la victoria ante al favorito sudaca como agradecimiento al apoyo de su gran líder.


Mientras el presidente de Grecia, Papolos Karoulias, mira tenso la derrota de su selección ante Corea del Sur. No podría ser peor momento, como si la ley de Murphy se burlara en su cara, de un país que va a la ruina, los ánimos de una ciudadanía violentada por la crisis económica, las huelgas, los bonos basura, la especulación despiadada, la selección que esta lejos de ser esa gran defensa que prometió en la Eurocopa.


En América Latina, continente adoptivo del fútbol, todos esperan lo mejor de sus selecciones. Los políticos no tanto por su amor al deporte, sino por el futuro de sus gobiernos. La argentina Cristina Kirchner podría devolverse a las sendas populares si su santidad Diego Armando Maradona obtuviese la copa. El presidente Calderón hasta asistió en el partido de inaugural, muy al estilo Nelson Mandela cuando unió al país bajo el rugby. Todo lo que sea para drogar un país, para que olviden al menos por un mes del desastre donde vivimos.


Para Lula da Silva, una senda de victoria de su selección es el empuje que necesitan para de una vez por todas exaltar la década maravillosa de Brasil bajo su liderazgo, ayudando al partido oficial en las elecciones presidenciales a celebrarse a mediados de esta año.


En la Casa Blanca, Barack Obama pregunta a su asesor que influencia tiene su equipo en la imagen política nacional, la asesora pregunta sorprendida, “Are we in the World Cup?


Nicolás Sarkozy mejor ni interviene en el equipo galo, peor le iría andar apoyando al esotérico y malquerido DT Doménech. Mirar desde lejos la caída del equipo sin que se lleve entre las patas al gobierno entero.


El polígamo presidente de Sudáfrica, Jacob Zuba, traspasa en una reunión en privado con Joseph Blatter, su preocupación por el partido inaugural ante México, el futuro de todo el continente esta en este partido, la seguridad del Mundial pende del partido. Blatter le confieren, despreocúpate, todo se solucionará positivamente.

Personajes misteriosos de los países africanos en el mundial, prometen premios monetarias a los jugadores que metan goles ante sus adversarios, que derroten a Messi y a Cristiano Ronaldo, un gol que calme las ansias de países inmersos en pobreza extrema y corrupción. Un gol puede significar una rebelión menos. Que mas da despilfarrar millones de dólares en apuestas deportivas.


Son gastos públicos para una política saludable.


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