Buffete de Palabras



En algún momento (un peda puede servir) nos preguntamos como es que una palabra empieza a moverse en el léxico popular. Pensemos en su primer momento, en su nacimiento al mundo. ¿Quién la invento? Sabrá que ahora la mayoría la usamos, que llevamos a su hij@ en la boca ¿Cobrará regalías? ¿será parte de alguna guerrilla lingüística contra el orden de la Real Academia?



Si algo es claro, es que no hay orden en nuestro lenguaje. Evoluciona. Claro tenemos las bases, las letras que pegamos una tras otra para construir palabras, unirlas en frases lo mas cercano a la coherencia diálectica.



Pero luego resulta que la forma de hablar, la “ formal” es muy difícil, complicada, llena de reglas y complicaciones que nisiquiera nos enseñan a usar. Y ante esa necesidad, empiezan a nacer palabras de la calle, vocablos que sustituyen a esas raras especies de diccionarios, y terminan por funcionar mejor para entendernos.



Los clásicos, oldies, rucos, bejarracos, paladines de la Real Academia (dicese profesores de español de primaria a universidad) pegan el grito al aire, nos recriminan como si fuéramos animales salvajes. ( como si la mayoría que habla así fuera salvaje, mira nada mas, ¿no será alrevez?)



La pregunta es, esta mal comunicarnos con cotorreo?



Por que la neta hay que decirlo, no usaríamos “esas” palabras si no nos entendiéramos. Dejaría de tener sentido pedir un frajo si un bato no lo ofrece. Para que presumir a la jaina si nadie felicita o envidia. Si te toca sacar la ranfla y llegas a patin el viernes, se va a poner fea la cosa.



Creo que las palabras tienen que existir por su uso y desaparecer por su deshuso. Si son los jóvenes los próximos reyes del planeta, creo que es justo que se nos deje adherir algo de nuestro lenguaje al diccionario general.



El miedo prohíbe, como si una palabra fuera a tomar el lugar de otra, como si aquello que tanto tiempo han guardado podría desaparecer. Al final no hay ganadores. Solo el lenguaje mismo que se enriquece. Como entrar a un buffet y tener mas posibilidades. Aprendamos a que el lenguaje también puede coexistir, no hay mejores ni peores. Hay palabras chilas y palabras sarras, palabras científicas y palabras necesarias para un mecánico en pleno jale.



La onda esta en cotorrear, tripear, vivir.



Dr. Renne Piraña.

0 comentarios: