Prensa libre, libres de dudar.


Las conmemoraciones nunca son un buen momento para decorar, pues la celebración suelen no permitir los cuestionamientos. La fiesta y el protocolo se usa como endulzante de agua loca, y cuidado, siempre con cuidado con el agua loca, pues en su fondo esconde el mal . Algo ha acontecido en nuestros tiempos, donde cuestionar se ha vuelto cansado, tanto para el pensante como para el oyente. El divorcio entre dudar y razonar se hace notorio en las ciudades. Parece que la gente busca solamente recibir, la facilidad ante todo, y en este caso, comer todo lo que la prensa informe.


Hemos caído en una doble pecado de soberbia. Por un lado, están los ciudadanos quienes por el solo hecho de leer tiene la creencia que en automática se obtiene el conocimiento.


Por el otro lado, no queda mas que claro, que estamos inmersos una época libres de la libertad de prensa. Por que la gente no quiere escuchar cuestionamientos, por que el director del medio informativo no gusta meterse en problemas, por que el gobierno paga espacios y los paga bien y así los de comunicación social tienen la libertad de llamar directamente al editor cuando una nota no sea del agrado del político en turno. Por que las empresas chantajean con retirarse de la cuenta publicitaria, por que el narcotráfico ha infundido tanto miedo para los periodistas, que prefieren no hablar de las ligas de corrupción que dominan nuestras ciudades.


Para suplir la libertad de prensa se contrato a gente que habla y habla de temas sin sustancia, carentes de enseñanza. Se ha confundido prensa libre con programas interminables de fútbol, con chismes de Luís Miguel y las nalgas de la Guzmán.

La libertad de prensa no puede depender de la irritante y soberbia voz de un periodista para una país de millones. No es posible depender enteramente en los periódicos serios y los miles populacheros para informarnos. Al final somos nosotros quienes preguntamos, somos quien dudando aprendemos a reconocer lo que sucede a nuestro alrededor.


El Día de la Prensa libre es una cachetada para los diarios oficiales de México, para le televisión protocolaria y cuadrada, para la radio de babosadas.


Duden, la duda es la semilla del conocimiento. Quien se sienta presionado por las dudas, es que gusta de verdades de acero. Esas no existen, la vida cambia día a día, las caras cambian, los paisajes, los gobiernos, las formas de informar, las miles y millones de imágenes que están en el torrente y las otras miles y millones que no.


Estamos ahora, en un momento para dudar libremente, de uno, del todo.

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