Si un día te topas en el camino con una serpiente, según el Cábbala, has de pronunciar en hebreo algo que suena a "Ush Ush"y la serpiente se alejará de ti. Mas si un día, mientras estudias en una mesa de madera, se te presenta una serpiente (puede ser la misma), escribe en una hoja la palabra en hebreo Ush Ush, con lo que la serpiente se alejará de ti. Que quiero decir entonces con esto, que me pregunto si la literatura tiene la misma fuerza que el lenguaje, si las palabras escritas tienen la misma energía y valor que las palabras pronunciadas.
¿Con más de dos mil años de evolución, seríamos acaso capaces de llegar a estos niveles de comunicación cósmicas? ¿Acaso hay un lenguaje universal, que no solo sea entendido por todos los humanos, si no por todas las formas de vida y energía? Si así fuera, con esto se revaloraría el nombre de la escritura, dejaría de ser una pieza hueca debajo de las teclas o simples líneas abstractas que se unen una con otra como en un juego del kinder.
Y una vez alcanzado este máximo, habríamos de temer que las letras ostenten el mismo poder que la voz, porque si así fuera, entonces todo lo escrito habrá de tomarse por cierto, irrefutable y con la fuerza caótica que conlleve; abriendo el paso a terribles accidentes, cuando cada vez que se escriba odio, la palabra en sí pulverizará carnes y piedra a su paso; con sólo escribir amor será suficiente para enamorar a una persona, incluso en contra de su voluntad, y entonces todos seremos derrotados a merced de las letras parlantes, y nos encontraríamos ante una de las grandes pérdidas de la humanidad, nuestra libre voluntad de escribir y no decir nada.
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