Desde el primer día que dejas el hogar de tus padres, te quedas sin casa. Las llaves quedan colgadas en un alambre cerca de los recibos de la luz. La ultima despedida siempre duele, sin ti, tu cuarto muere. Vagaras por varios espacios, a los cuales adornaras con los pocos recuerdos que cargues en tu morral. Dormirás en veces bien, en veces mal, alguna veces veras el refri lleno de comida, otras muchas relleno de nada.
Regresas a la casa de tus padres y te encuentras con tu cuarto frío, estéril, sin nada que se parezca a ti. Cómo cambian los espacios cuando alojan por mucho tiempo a la soledad. Se vuelve otro espacio donde dormir, en veces bien, en veces mal.
Vagaras por mucho tiempo sin hogar, durmiendo por un sinnúmero de techos que no podrás llamar casa, ni aunque estén tus calzones tirados, ni por que tus libros desojados se formen en filita o la fotografía quede chueca en la pared de yeso. Tu casa no es, nunca será ningún techo que no estuviera dibujado en tu mente.
Casa es mas que un hogar, en una casa quedan fuera los migrantes, casa es donde te quedas, donde descansas años, donde reconoces las esquinas, las arañas que coexisten. Casa es un buen objetivo, que no anhelo por ahora, pero si llego paso a paso a imaginar en mi mente. Por que un día todos tenemos que descansar, colgar el tiempo en el tendedero y dejar que se fermente mientras miras una catarina caminar sobre tu piel.
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