Un par de gays enamorados del sexo, decidieron pintar de negro un cuarto
de su casa.
No avisaron a nadie, a ningún color del tapiz ni a las velas, tampoco a las
persianas marrón ni al piso de madera. Un dia nomas llegaron con rodillos
y una charola de pintura negra, remojaron las brochas de oscuridad y
fueron matando uno a uno a los colores.
Les arrancaron los ojos, despedazaron los brazos, les cortaron la lengua,
a todos sin misericordia.
Terminada la masacre, abandonaron el cuarto.
Paso el tiempo y el cementerio de colores paso a ser un cuarto para orgías
en uno de los bares mas famosos de San Francisco.
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